Filipo de Macedonia – Mario Agudo Villanueva | Tapa blanda, Desperta Ferro, 416 pgs.
Hay personajes históricos que con solo mencionar todo el mundo reconoce al instante, y a veces son tan conocidos que incluso eclipsan a otros a su alrededor. Tal es el caso de Alejandro Magno y su padre Filipo; ambos fueron determinantes en su momento histórico, pero sólo el hijo tiene la fama que ambos merecen.
Gracias al trabajo de cada vez más investigadores y de la valentía de algunas editoriales, en las últimas décadas hemos visto más estudios sobre el padre de Alejandro, aunque en español todavía escasean. Mario Agudo Villanueva nos ofrece, para subsanar esta situación, una mirada concisa y profunda a la vida del rey argéada en Filipo de Macedonia, publicado por Desperta Ferro.
El autor nos presenta, en cuatro grandes partes, la vida de Filipo II desde su ascenso al trono hasta su asesinato. La primera parte nos sitúa en el contexto de la Grecia del Siglo IV a.C., las diferentes potencias hegemónicas y una cuestión tan compleja como qué era la helenidad y cómo de helenos consideraban las ciudades-estado griegas a los macedonios.
Una vez que Agudo Villanueva nos deja claro el contexto, en las tres siguientes partes de Filipo de Macedonia nos narra el reinado del argéada a través de sus principales hitos políticos y militares. Desde su temprano ataque a los ilirios nada más subir al otro, hasta los preparativos de la campaña que nunca comandó: el ataque a Persia.
Son casi tres décadas en las que Grecia experimentó profundos cambios de manera constante. Macedonia, cuando Filipo ascendió al trono, era un reino periférico sin capacidad de influencia en los asuntos helenos, pero su rápida sucesión de victorias lo situó como un actor a tener en cuenta.
El Filipo que nos presenta Mario Agudo Villanueva es un hábil político y un líder militar inteligente y valiente, así como reformista en ambos campos. El argéada sentó las bases que permitieron a Alejandro grabar su nombre en los anales de la historia aunque, como bien indica el autor, no todas las reformas atribuidas a Filipo son suyas.
Los cambios militares que fueron el sello del ejército macedonio en Persia empezaron con Filipo, pero algunos de estos llevaban ya décadas de desarrollo. Si en algo destacaron las fuerzas del padre de Alejandro fue en la variedad de tropas que usaron, más cuanto más territorios controló y tuvo acceso a más aliados y mercenarios. Fue un ejército capaz de derrotar a los pueblos de los Balcanes y a las falanges hoplíticas gracias a lo flexible que era y a las constantes maniobras de entrenamiento al que lo sometió Filipo.
Sus reformas no acabaron en el ejército. Gracias a la expansión territorial el reino macedonio tuvo a su disposición nuevos recursos y todo apunta, como indica el autor, a que Filipo promovió un cambio a una economía agrícola en detrimento de la tradicional ganadería trashumante macedonia. El acceso a las minas de oro del monte Pangeo, además, enriqueció las arcas del reino, aunque su principal fuente de ingresos continuó siendo el comercio de madera.
Mario Agudo Villanueva entrelaza estas cuestiones con el desarrollo histórico del siglo IV a.C. heleno. Así, veremos las diferentes alianzas, a veces sellados con matrimonios, con las que Filipo de Macedonia asentó las bases de su poder y se hizo con un sitio, poco a poco, como un actor de peso en el mundo griego.
Fue hábil al establecer estas alianzas y al intervenir en conflictos ajenos a Macedonia, buscando siempre presentarse como un defensor de todos los griegos, en pos de la estabilidad interna y con el objetivo final de forjar una gran alianza contra Persia. Su camino a la cima estuvo plagado de escollos militares, y entre sus enemigos también hubo poderosos oradores, como el ateniense Demóstenes.
El autor, buen conocedor de las fuentes primarias, hace un gran trabajo a la hora de presentarlas y criticarlas como es debido. Y es que mucho de lo que sabemos sobre Filipo nos llegó de historiadores posteriores, así como de las filípicas de Demóstenes, sempiterno opositor al argéada. Así mismo, nos ofrece necesarias notas sobre las investigaciones de otros autores y el estado del debate académico sobre algunos de los temas más discutidos.
Filipo de Macedonia está escrito en un estilo claro y accesible, es alta divulgación, pues demuestra erudición sin dejar de estar al alcance de lectores con menos conocimiento sobre la época. Como guinda, varios apéndices complementan la obra con un breve ensayo sobre la imagen de Filipo en el cine, una relación de sus matrimonios y descendencia, una cronología de los reyes argéadas y una tabla con las dimensiones de la sarisa según cada fuente primaria.
Mario Agudo Villanueva ha escrito una obra llamada a convertirse en el referente en librerías españolas sobre el argéada. Filipo de Macedonia es un libro sencillo, completo y profundamente documentado, capaz de saciar y estimular las inquietudes de cualquier tipo de lector.
Φ En portada: Busto de Filipo II
Mario Agudo Villanueva es Licendiado en periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera en la gestión empresarial de la comunicación y la restauración, ámbitos que ha compaginado con una labor divulgativa desde el año 2002. Es creador del portal El legado griego (anteriormente Mediterráneo antiguo) y autor de obras como Atenas. El lejano eco de las piedras o Mitología clásica.