La III Guerra Púnica
La caída definitiva de Cartago no fue sólo el fin de una ciudad, fue el cierre definitivo del choque de dos civilizaciones, extinguiéndose una de ellas de forma violenta.
Desde el final de la I Guerra Púnica en Roma emergió un problema estructural de difícil solución, una ciudad-estado ponía las bases de un futuro imperio sin estar preparada para ello
La caída definitiva de Cartago no fue sólo el fin de una ciudad, fue el cierre definitivo del choque de dos civilizaciones, extinguiéndose una de ellas de forma violenta.
Roma y Cartago se jugaron definitivamente el control del Mediterráneo en un largo conflicto de invasiones prolongadas y guerra de desgaste.
El ejército romano en combate era una máquina engrasada para la flexibilidad y la duración en las batallas
Los romanos aprendían mucho y rápido. Copiaron y mejoraron una gran cantidad de elementos de sus culturas vecinas
Mitra, el dios al que las legiones llevaron por el mundo. Desde sus orígenes a su caída con la expansión del cristianismo.
Nada más terminar la I Guerra Púnica, Cartago sufrió una revuelta libio-mercenaria que estuvo cerca de suponer le final definitivo de los púnicos.
La importancia de la seguridad de las fronteras del norte de Roma tras la I Gerra Púnica explicada con mapas.
Mientras Cartago se expandía por la futura Hispania romana, Roma aseguraba sus fronteras y hacía de juez en los problemas de Grecia.
La primera guerra púnica fue el bautismo de fuego de Roma como gran potencia, que la llevaría, finalmente, al control del Mediterráneo.
«A Hispania a por esposas» es la historia de la conquista cartaginesa de la Península Ibérica, gracias, en parte, a los tratos diplomáticos cerrados con matrimonios.
Rea Silvia da nombre a este blog, nuestra protectora y una de las señoras más importantes que ha tenido la humanidad
El juego de «Las Chapas», muy célebre en las tradiciones castellanas, tiene su origen entre los soldados romanos.