La última batalla – Stephen Harding | Tapa blanda, Desperta Ferro, 248 pgs.
La madrugada del cinco de mayo de 1945, unas fuerzas de avanzadilla de las Waffen-SS se aproximaron al castillo de Itter, en el Tirol austriaco. En sus, antaño evocadores, pasillos y salones aguardaba inquietos un variopinto grupo de prisioneros vip franceses y una pequeña fuerza que había ido a su rescate: un puñado de soldados norteamericanos ayudados por unos pocos alemanes que habían decidido cambiar de bando.
El escenario es del todo insólito, y más teniendo en cuenta que Hitler se había suicidado unos días atrás y la Segunda Guerra Mundial en Europa estaba a escasos días de concluir; nadie quería ser el último en morir. A pesar de todo, como cuenta Stephen Harding en La última batalla, publicado en español por Desperta Ferro, hubo varios hombres que estuvieron dispuestos a poner su vida en juego para rescatar del cautiverio nazi, y su más que posible ejecución, a unos prisioneros de gran valor para Francia.
La insólita batalla que tuvo lugar en Itter es sólo una pequeña parte de un sucinto, completo y entretenidísimo libro. Para darnos todo el contexto necesario, Harding dedica gran parte de su obra a presentarnos a todos los protagonistas y cómo habían llegado a aquel lugar en ese preciso instante. Y el primero de todos no es otro que el propio castillo, cuyos torreones, murallas y salas acaban por ser un personaje más de La última batalla.
Es en el primer capítulo en el que el autor nos cuenta la historia de Itter, de sus inicios como una pequeña fortaleza de montaña, sus reformas para convertirlo en un imponente bastión, su tiempo como hotel y residencia privada y la final conversión a prisión nazi. También es el momento de conocer a gente como Wimmer, encargado de Itter y un auténtico «mal bicho».
Stephen Harding entrelaza estas detalladas narraciones y pequeñas biografías con el contexto histórico de fondo. Cualquier lector, sepa más o menos sobre la Segunda Guerra Mundial o el Anschluss, entenderá perfectamente las circunstancias que llevaron a Austria a estar bajo dominio Alemán, así como el grado de implicación de reclutas y población austriacos en la causa nazi.
Tras esto, el autor nos presenta a los prisioneros franceses, siempre con el mismo formato: una breve biografía hasta el momento que les llevó al cautiverio y su traslado a Itter. Entre ellos encontramos a personajes tan destacados para la Francia de la IGM y Entreguerras como Daladier, Gamelin o Jouhaux, así como otros vips de no menor importancia como Borotra, Reynaud o Weygand.
Una vez que conocemos a los presos, La última batalla pasa a exponer la situación que llevó a que el rescate fuese necesario: el cambio de las tornas en la Segunda Guerra Mundial y la marcha hacia el abismo de Alemania en 1945. Tras el ya mencionado suicidio de Hitler, cualquier cautivo corría un peligro mortal, con unas Waffen-SS por la zona que todavía no pensaban rendirse, la situación de los prisioneros podría volverse crítica en cuestión de pocas horas.
Con esta situación clara, Harding nos presenta ahora a los rescatadores, el brillante y valiente carrista estadounidense John C. “Jack” Lee y el Major de la Wehrmacht Josef “Sepp” Gangl, que se había unido recientemente a la resistencia austriaca contra los nazis. Una vez más, conoceremos sus orígenes así como su hoja de servicio hasta el momento anterior a involucrarse en el rescate de los prisioneros de Itter. El autor entremezcla estas pequeñas biografías con algunas cuestiones más técnicas de Historia Militar, aunque siempre de manera sucinta y sin apenas alejarse de la narrativa.
De aquí en adelante, el libro se adentra de lleno en la trepidante misión de rescate. El pulso narrativo que imprime Harding a una historia de por sí fascinante convierte los capítulos finales de La última batalla en un thriller bélico que no puedes parar de leer.
Un “thriller” que no por ello deja de ser completamente verídico, lo que lo hace incluso más atractivo y apasionante. En este sentido, el trabajo historiográfico del autor es intachable, ya que cuenta con un buen número de fuentes primarias, secundarias, algunos textos inéditos hasta la fecha y entrevistas con algunos de los supervivientes. La traducción, de Javier Romero Muñoz, refleja a la perfección todas las bondades del texto original.
Stephen Harding ha escrito una trepidante obra sobre uno de los capítulos más inverosímiles y llamativos de la Segunda Guerra Mundial. La última batalla es una lectura que cualquier aficionado a la Historia Militar disfrutará y guardará en su biblioteca esperando que, un día, algún productor de Hollywood la lleve a la gran pantalla (cosa que está en marcha).
Stephen Harding es periodista de guerra y autor de nueve libros, entre ellos el aquí reseñado que se convirtió en superventas del New York Times. Ha cubierto conflictos en Irlanda del Norte o Irak, y actualmente es editor en jefe de la revista Military History.


