La III Guerra Púnica
La caída definitiva de Cartago no fue sólo el fin de una ciudad, fue el cierre definitivo del choque de dos civilizaciones, extinguiéndose una de ellas de forma violenta.
La caída definitiva de Cartago no fue sólo el fin de una ciudad, fue el cierre definitivo del choque de dos civilizaciones, extinguiéndose una de ellas de forma violenta.
Roma y Cartago se jugaron definitivamente el control del Mediterráneo en un largo conflicto de invasiones prolongadas y guerra de desgaste.
Nada más terminar la I Guerra Púnica, Cartago sufrió una revuelta libio-mercenaria que estuvo cerca de suponer le final definitivo de los púnicos.
«A Hispania a por esposas» es la historia de la conquista cartaginesa de la Península Ibérica, gracias, en parte, a los tratos diplomáticos cerrados con matrimonios.